11 sept 2012

NO SE NOS OLVIDE.- FRITZ LANG (1) -LAS TRES LUCES


                      


Fritz Lang
 



Las idas y venidas de las modas los meten en el cajón del ostracismo y el olvido. Recordatorios en Venusyjanóbriga de aquellos que dejaron una profunda huella en la Historia del Cine. Retrasar la inevitable erosión de esa huella, su recuerdo agradecido es el intento de: No se nos olvide... 
                        

Justo cuando nuestro buen amigo ETHAN dedica estos días en su blog un estudio sobre el expresionismo como movimiento artístico, nosotros queremos recordar, con detenimiento, a un  director enorme que el tiempo y las modas parecen empeñarse tozudamente en silenciar.
FRITZ LANG  Viena 1890-Los Ángeles 1976
Este vienés se dedicó a hacer cine más de cuarenta años de su vida. Hijo de un prestigioso arquitecto, Antón Lang y de Paula Schelesinger, de origen hebreo, quiso ser pintor. De aspecto distinguido y aristocrático, en su juventud quiso conocer algo más que el mundo esplendoroso de la capital del Imperio Austro-Húngaro. Visitó Alemania, Bélgica, Países Bajos, Rusia, Asia Menor, Norte de África, China, Japón, La Isla de Bali... Para poder vivir pintaba y vendía cuadros que tenían aceptación y calidad.

Es su contribución al cine lo que nos interesa del recordatorio. Su trabajo no se limitó a realizar películas. Fue guionista, fotógrafo, decorador. Su inquietante personalidad, carácter e imaginación,  lo han convertido en un autor completo con un extenso y rico mundo creativo.
Su periodo de trabajo en Alemania hasta 1933, acompañado de otro grande F.W. Murnau, conforma la fecundidad del cine alemán de los años 20. Son los señalados como maestros del expresionismo.
Las Arañas, Las tres luces, Dr. Mabuse(serie) Los Nibelungos, Metrópolis son de aquel periodo. Nadie en su sano juicio cinéfilo puede ignorarlas como obras maestras.

La llegada del cine sonoro no supuso para LANG ningún trauma; M el Vampiro de Düsseldorf fue su primera película hablada; bella, poética, de gran pulso narrativo y contundente patetismo personalizado en un inolvidable Peter Lorre.

Un breve episodio en el cine francés le da impulso para el salto al cine americano en 1936. La tarjeta de presentación;  FURIA para la Metro-Goldwyn-Mayer, un gran alegato ante los linchamiento interpretado por Spencer Tracy. 
Estará veinte años dirigiendo para la RKO, WARNER, PARAMOUNT, UNITED ARTITS, TWENTIETH CENTURY FOX, COLUMBIA, REPUBLIC. Abordando todos los géneros; dramas psicológicos, serie negra, western, bélico, denuncia social, crítica política y alguna inolvidable fantasía oriental. 
Trabajaron bajo sus ordenes los más destacados actores de la época: S. Tracy, Sylvia Sidney, Walter Brennan, Henry Fonda, George Raft, Gene Tierney, John Carradine, Randolph Scott, Dan Duryea, Gary Cooper, Lilli Palmer, Tyrone Power, Marlene Dietrich, Arthur Kennedy, Robert Ryan, Paul Douglas, Barbara Stanwick, Marilyn Monroe, Anne Baxter, Glenn Ford, Gloria Grahame, Lee Marvin, Broderick Crawford, George Sanders, Dana Andrews, Joan Fontaine, Ida Lupino, Vincent Priece, Viveca Lindfors... Y sobre todos Edward G. Robinson con el que consiguió reconocimiento en la dirección de actores. FILMOGRAFÍA

De regreso a Alemania termina su carrera con nostalgia; El tigre de Esnapur, La tumba india y Los crímenes del Dr. Mabuse. Aparece como actor en Le mèpris, de Godard junto Brigitte Bardot.

Y sus ideas sobre expresionismo y el simbolismo...


"Si existen los efectos de simetría, son siempre motivados por las necesidades de la acción y no corresponden a un partido tomado. No creo que una película se construya como una ecuación. Por mi parte, tengo primero la idea de una silueta, después se dibuja el personaje, pero es muy empírico...Dicho esto, ignoro lo que ocurre en mi subconsciente; son ustedes los que tienen que descubrirlo.
(...) "No reniego del expresionismo, pero estoy muy lejos de él. Todo eso ha pasado de moda. Justamente, cuando he empezado a hacer películas en Estados Unidos, me he liberado de la manía del simbolismo. (...) He sufrido, claro está, la fuerte influencia del expresionismo. No se puede atravesar una época sin recibir algo de la misma.


Sus primeras películas: Halbblut, Der Herr der Liebe, Die Spinnen(dos episodios), Harakiri, Das wandernde Bild, Vier um die Frau, constituyen los indudables rudimentos como director de 
Las tres luces, Mabuse, el jugador, Los Nibelungos, Metrópolis, Los espías, La mujer en la luna, "M" El vampiro de Düsseldorf, El testamento del Dr. Mabuse,  constituyen el grandioso frontispicio de su obra.
Hoy nos detendremos en su primera obra maestra:
                                               
                 
                                                     

Thea von Harbou, una prolífica escritora de novelas y guionísta, admiraba a Fritz Lang. --No se disguste usted. Voy a escribir una película que le vendrá como anillo al dedo -- le dijo, en momentos de dificultades para el joven del monóculo.  Sería su esposa.
Esa idea es la historia de un gran amor. El amor más desafortunado que existe, aquel en el que los que se aman no se juntarán nunca. La muerte se lleva al protagonista. La muerte, a veces, no se siente feliz con separar a los seres humanos.

                              
Rodada en nueve semanas, con un metraje de 2306 metros. 
Historia de gran intensidad, con actores como Lil Dagover, la bella enamorada (El gabinete del Dr. Caligari) o Bernhard Goetzke con una presencia soberbia en el papel de la muerte.

                                     
Der müde Tod es el viejo tema de la lucha del AMOR contra LA MUERTE. En los tres episodios (China antigua, Bagdad de leyenda y Venecia del renacimiento) Lang despliega su talento. Cuenta con la colaboración de los operadores Fritz Arno Wagner, Erich Nilzschmann y Hermann Saalfrank para conseguir esa atmósfera de fantástica realidad que se eleva con una escenografía impactante para la época

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"Una chica lucha con la muerte por la vida de su amante. La Muerte la conduce a un enorme salón donde arden millones de velas.Cada vela es la luz de la vida de un ser humano, y le dice -- Aquí hay tres velas que vacilan-- lo que quiere decir que sus vidas se extinguirán pronto -- Si puedes salvar una de esas tres vidas, te devolveré a tu amante. La película ocurre entre dos campanadas de una torre de reloj a medianoche. Ella ha leído el libro de Salomón -- ...Allí está el amor tan fuerte como la muerte...--y en su deseo cree que el amor es más fuerte que la muerte, así que lucha... Y la película cuenta la historia de las tres velas. Todo lo que hace la chica para salvar a su amante crea su muerte: una lucha contra la fatalidad, contra el destino. (...) la lucha es lo importante; no su resultado, sino la rebelión en si mismo. A veces con una voluntad fuerte, uno puede cambiar el destino, pero no hay garantía de que uno pueda hacerlo. Si se limita uno a quedarse sentado quieto, sin embargo, y dice -- Bueno, no puedo hacer nada... ¡BANG! -- al menos hay que luchar contra ello."
Frizt Lang     
 Ediciones Daimon Fernando Méndez-Leite von Hafe

Esta película influyó en la vocación cinematográfica de LUIS BUÑUEL
Alfred Hitchcock la tenía como una de sus películas favoritas.
En lo personal figura entre "mis" películas más fascinantes de todos los tiempos: Un programa de información cultural que dirigí en Radio Nacional de España, en Zamora lo titulé  LAS TRES LUCES.    
Dedíquenle un tiempo... Lo merece.

4 comentarios:

Trecce dijo...

Espléndido trabajo, como de costumbre.

MANUEL IGLESIAS dijo...

Trecce: Gracias amigo. Pasión por el cine. Hay que ver detenidamente estas olvidadas y maravillosas películas.

ethan dijo...

Háganle caso a nuestro amigo Manuel y déjense llevar por Lang (y por la muerte) a lo largo de estas tres historias y háganlo antes de que se apaguen las velas.
Fíjense en cierto muro desnudo, siniestro, o en las sombras de cierta habitación iluminada por cientos de velas. La muerte también sufre, eso al menos es lo que nos dice Lang, nadie, ni siquiera ella se libra del destino. Aquí, el cineasta comenzaba su juego cinéfilo con ese destino implacable que todo lo puede y que sería el protagonista de muchas de sus pelis de cine negro.
No me extraña nada que Buñuel, Hitchcock o cualquiera se quedara ensimismado con esta maravilla.
Dicen que El Séptimo Sello es una obra maestra adelantada y moderna (es cierto), entonces... ¿qué decimos de Las Tres Luces?
Pues eso.

MANUEL IGLESIAS dijo...

Ethan: Y el colofón místico: La pareja (el amor) venciendo a la propia muerte atraviesan una pradera, Por encima de la propia muerte.
Gracias por tus reflexiones, elevan y complementan nuestro recuerdo de Lang. Este sería en territorio ideal en cualquier blog de cine; enriquecernos con las opiniones de todos, ante una obra maestra. Con dos docenas de jóvenes que se emocionaran con Las tres luces, me daba por satisfecho...

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