15 jun 2013

EL HOMBRE DE ACERO, MITO INDESTRUCTIBLE.

                                                          



Regresa un mito para tiempos de crisis. Vuelve al cine el héroe con poderes superiores, el personaje creado en 1938 por Jerry Siegel y Joe Shuster: SUPERMAN.
En la cultura popular sabemos que los héroes fueron dotados de esos poderes (Sigfrido, Hercules, Orlando, Peter Pan...) para hacer soñar al hombre mortal o  posibilitar la ilusoria evasión momentánea de una cruda realidad repleta de limitaciones.
Nacido en el comic, cigoto del lenguaje cinematográfico, ha conocido variopintas adaptaciones y lecturas a lo largo de la historia del cine. 
Ahora la nueva versión  del Mito indestructible nos llega bajo la dirección de ZACK SNYDER, aclamado y odiado por los aficionados de todo el mundo, desde aquella primera película, también un remake, de 2004 "Amanecer de los muertos" o su discutible, pero exitosa en taquilla, versión cinematográfica del comic de Frank Miller  "300". Aquel éxito le valió para que la Warner le otorgara "Watchmen" con desiguales resultados. También cuenta en su haber un largo de animación, aquí titulada "La leyenda de los guardianes" . Su procedencia del cine publicitario de altos vuelos le otorga un plus añadido para que la presdentación visual de sus realizaciones alcance niveles de gran espectáculo. El talento y la habilidad narrativa puede que sea harina de otro costal.
                                                
                                                    
Treinta y tantos años después de aquella exitosa "SUPERMAN, el film" de  Richard Donner, nos llega a las carteleras veraniegas, una nueva aproximación al mito del que se han escrito infinidad de libros con sus interpretación. 
Me viene a la memoria el interesante análisis del semiólogo Umberto Eco, Apocalípticos e integrados en la cultura de masas, Editorial Lumen. Con el esquema del viejo profesor jugaremos a interpretar, desde varios puntos de vista, de la ya desgastada y exprimida doble personalidad; Clark Kent, antihéroe, ciudadano rutinario y vulgar y la de SUPERMAN, volador. mesías, salvador y justiciero.

La obvia interpretación religiosa. 
La cosmológica o filosófica
La psicológica y sociológica
La política y moral... 
Y claro, ahora debemos fijarnos en la, pretendidamente nueva, interpretación del señorito Zack Snyder, del que debemos esperar un toquecito de originalidad, no exclusivamente visual o estética. De no ser así, ya saben, "para este viaje no se necesitaban tantas alforjas, digo,  capas voladoras".



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