2 dic 2008

Mitorelato-11 Nuevo en este cuadro

Donde se presenta a un hombre normal, cotidianamente vulgar, con una pretensión obsesiva y disparatada. Vivir una época diferente a la que le ha tocado en suerte, cueste lo que cueste. El viaje en el tiempo, si, vale, pero de una manera absurda, como no puede ser de otra manera. Sentía fascinación por El Bosco, es como aquel caso de un hombre que quiso entrar en un hermoso cuadro, se quedo en el museo burlando la vigilancia, en la noche cogió carrera y con un salto penetro en el cuadro en cuestión. Por la mañana un lienzo rasgado hablaba de la bárbara gamberrada, en la pared la silueta del hombre como una quemadura. Nunca regresó.Un experto restaurador lo descubrió, inopinadamente, era un rostro aterrorizado. Suplica desde el otro lado.No podemos ni imaginar su sufrimiento. Hemos de convenir que aquí se impone saber que cuadro era, y como el experto descubrió al hombre enloquecido estático e irrecuperable . La pintura universal no había sufrido un atentado semejante, ni cuando la sufragista apuñaló a la Venus velazqueña.

1 comentario:

MANUEL IGLESIAS dijo...

El condenado dentro del tambor es el atrapado en el cuadro

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