Uno de esos Cines-palacios en el Nueva York de los años 30. La soledad de la acomodadora, su ensimismamiento ajeno a lo que se proyecta en la sala. |
La exposición que sobre EDWARD HOPPER se celebra estas semanas en el Museo Thyssen de Madrid nos anima, poca originalidad la nuestra, a insistir sobre la influencia que este artista plástico norteamericano ha tenido en el cine, y viceversa.
Bajo en título "Edward Hopper, el cine y la vida moderna" han preparado unas jornadas expertos del cine y el arte para ahondar en el estudio de esas influencias mutuas.
Carlos Rodríguez es el autor del documental que nos mostrará a continuación, de la mejor manera posible las influencias que la afición del artista por el cine y la influencia que su obra a tenido en cineastas y directores de fotografía.
Estarán en Madrid, junto al propio Rodríguez, Isabel Coixet, Juan Ruiz Anchía, Ed Lachman, Jean-Loup Bourget, Jean Faubert...
Artista como Brian O´Doherty. Historiadores como Valeriano Bozal, Erika Lee Doss, Tomás Llorens, Didier Ottinger.
Se proyectará el documental que Venusyjanóbriga ofrece a sus amigos fragmentado, pero muy interesante, producido por Canal+, EDWARD HOPPER. EL PINTOR DEL SILENCIO (2005).
Fue rodado en Inglaterra, Estados Unidos y España. Aparecen la biógrafa de Hopper, Gail Levin, los directores de fotografía Ed Lachman y Eduardo Serra, el super-crítico de arte Francisco Calvo Serraller, los directores de cine Todd Haynes y José Luis Borau, así como los pintores Antonio López y Ángel Mateo Charris.
Veremos lugares, luces, géneros y soledades que el cine hizo hopperianos en películas como Forajidos (Robert Siodmak); Scarface (Howard Hawks); El amigo americano (Wim Wenders); Casa de juegos (David Mamet); Lejos del cielo (Todd Haynes); Mi vida sin mí (Isabel Coixet).
Como dice José Luis Borau en el documental: Hopper fue un verdadero y sublime autor de "storyborads". Cualquiera de sus cuadros contiene la información necesaria, escueta y limpia de una escena, lista para ser filmada.
Un fotograma con información de encuadre, luz, posición y lo más importante el añadido de una historia en la que el tiempo parece detenerse; enmarca en el espacio pintado la soledad, la melancólica tristeza de unos seres humanos frágiles y vulnerables. Eso lo sublima y le otorga un valor universal. Esa es su valía.
Un fotograma con información de encuadre, luz, posición y lo más importante el añadido de una historia en la que el tiempo parece detenerse; enmarca en el espacio pintado la soledad, la melancólica tristeza de unos seres humanos frágiles y vulnerables. Eso lo sublima y le otorga un valor universal. Esa es su valía.
4 comentarios:
Como decía el suplemento cultural de un conocido periódico: El gran "voyeur" del siglo XX.
Trecce: Hay que hacer una escapadita al Paseo del Prado. En una acera Hopper, en la otra Rafael Sanzio.
Qué lástima, me encantaría ver la exposición. ¿Hasta cuándo va a estar?
Otra cinta de Hopper: Force of Evil. Polonsky, el director, le dijo al operador que se fijase en los cuadros de Hopper, quería esa misma atmósfera para la película.
ethan: Hasta el 16 de septiembre. Si señor, Polonsky le dijo a su operador George Barnes que viera cuadros de Hopper. Las luces y las sombras del pintor norteamericano aparecen a lo largo de la historia del cine, es fijarse un poco. Un saludo
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