16 mar 2012

EL PADRINO, CUARENTÓN.



                                 



A Roger Corman deben de estarle agradecidos un montón de directores y actores. Permitió aprendizajes, influenció en su estilo. De su protectora influencia surgieron Martin Scorsese, Ron Howard, Peter Bogdanovich, Jonathan Demme, James Cameron y FRANCIS FORD COPPOLA. 

Todos los aficionados al cine utilizamos el pretexto de las efemérides. Es una coartada perfecta para sacar a colación un determinado director o una película, que en este caso se amplifica por sus prolongaciones; EL PADRINO del que se cumplen cuarenta años de su estreno.
El mejor modelo para entrar en materia y definir esta esplendida obra (ciñéndonos a la primera entrega) es el melodrama de raíz europea. La épica tradicional y una lírica operística urdida sobre una crónica histórica narrada sobre bases del cine negro tradicional americano.
Melodrama de una descomposición familiar. Tragedia, familia, poder y violencia.
Referencias muchas veces citadas; Rocco y sus hermanos de Luchino Visconti. La épica del western. Después de estos cuarenta años lo dicho y escrito por los grandes maestros de la crítica : Carlos Losilla, José María Latorre, Ramón Freixas sigue siendo dogma válido. 


No olvidemos que fue una película de encargo. Que el guión contó con la colaboración del autor de la novela original Mario Puzo. Que se conjugaron otros factores para alcanzar un altísimo nivel artístico: La música de Nino Rota, la fotografía de Gordon Willis, los actores Marlon Brando, Al Pacino, James Caan, Richard Castellano, Robert Duval, Sterling Hayden, Diane Keaton, Richard Conte.
                         



                                                

Desde su estreno la mafia ítalo-americana fue ofrecida a los espectadores (cine, series, etc) como una reverencial forma de vida glamurosa, como un trascendente espectáculo ajeno a leyes y dictámenes morales, mezcolanza entre poder político, permisivo y corrupto, y maneras de alcanzar el mítico sueño americano.


La familia mafiosa de origen italiano con su patriarca Vito Corleone.  La sucesión en el cargo de capo por parte de Michael, el pequeño de la dinastía.
 Narración pausada, impecable, circular. La brutalidad y violencia en nombre de esa familia. La soledad de unos personajes que se arropan en las ceremonias, convertidas en secuencias magistrales; la inicial boda de Connie, presentación de los personajes de la opera, y el bautizo  montado en paralelo a una matanza.                        

 

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