20 may 2011

MIDNIGHT IN PARIS.- A Twenties Memory, a fairy tale








Allen escucha a Allen





Tusquets editó en 1974 Cómo acabar de una vez por todas con la cultura. En ese librito estaba un relato de W. Allen; A Twenties Memory (Para acabar con los libros de recuerdos-Memorias de los años veinte) que se había publicado originariamente en los años sesenta con el titulo de How I Became a Comedian en Panorama, Chicago Daily News. Allí estaba la idea para esta película.(ver enlace al final)



W.Allen, fiel a la cita con sus incondicionales, regresa al cuento mágico para hablarnos de los sueños e ilusiones como útiles en una hipotética y deseada evasión de la cotidiana realidad presente.
Su protagonista, alter ego del propio Allen, es un escritor de guiones con éxito, tiene una novia de familia ultra-republicana (mucha pasta) prepara una novela y una boda. Pero sus sueños son otros; vivir en un París utópico, soñado o mitificado por la literatura y el arte, las vivencias de una generación, como casi todas, irrepetible: Hemingway, Gertrude Stein, Picasso, Scott Fiztgerald, Zelda su mujer, Dalí, Buñuel... Conseguirá su sueño. Como "una cenicienta" a la inversa, esperará la carroza encantada que lo transporte a su sueño, a medianoche, prefiriéndolo a su realidad, por otra parte, nada despreciable. Anécdotas a parte; suegros de buen vivir y con recursos, amigos intelectuales pedantes hasta la nausea...Una novia de suculenta rotundidad (explendida Rachel McAdams)




Por poca memoria que se tenga uno se acuerda de La Rosa Púrpura de El Cairo (1985) Mia Farrow (Cecilia) y Jeff Daniels (Tom Baxter/Gil Shepperd) viven una historia de amor mágico cuando el actor decide salir de la pantalla (en blanco y negro) y largarse de la sala con la espectadora enamorada que había ido treinta veces a ver la película y su existencia era igual de repetitiva y gris.
En las dos, los protagonista no son muy felices en su realidad. Intentarán escapar de ella. En este caso vivir el París, pasear bajo la lluvia. Utopía de una lugar físico pero irreal. Las ciudades que a W. Allen fascinan están llenas, como todos sabemos, de problemas y dificultades que las convierten en otra cosa diferente.
Pero estamos ante una idea sugerente. El intelectual al que le gustaría pertenecer a otra época pasada. Paradoja: encontrar y enamorarse de otra mujer en ese ilusorio pasado y que ella sueñe con otra edad de oro. Todos hemos pensado en ello alguna vez. Casi siempre, como ha hecho W. Allen con su protagonista, en el mejor de los mundos posibles, fiestas, ambientes lúdicos, con personajes fascinantes ¡nos ha fastidiado!
Aprovecha Allen para enfocar sobre los surrealistas: A Buñuel apuntandole la idea de realizar El  Angel Exterminador, los rinocerontes de un histriónico Dalí. Revivir a Cole Porte ( en el relato era Stravinsky) Fascinarse ante la vitalidad animal del autor de Adiós a las armas y la elegancia de Fiztgerald. Todo dulce, amable, en un París de sueño y postal, la Bruni guia en el museo Rodin, Owen Wilson romperá  lazos con la novia y familia ultra-republicana y preferirá pasear por París, bajo la lluvia y en compañía de una oportuna y soñadora dependienta francesita...
Cuidada puesta en escena, fotografía. A Owen Wilson  le aumento el crédito. Todos los secundarios están correctos en un escenario protagonista que como a Nueva York W. Allen adora. Esto no sería todo, pero ya me he extendido más de la cuenta. Copyright ©  M.Iglesias

Clasificación de Venusyjanobriga  (**) Aceptable

 Recordemos: ( ) Mala. (*) Pasable (**) Aceptable (***) Buena (****) Muy Buena
                                                                                   


Books of The Times; Name-Dropping and Star-Gazing Among the Best ...

1 comentario:

Trecce dijo...

Suficiente la reseña, por lo que dice y por lo que calla.
Un saludo.

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