Un día de mayo celebran los esposos su aniversario. Recuerdan silenciosos, sin mirarse, la lejana ceremonia, el tiempo que hizo entonces, los invitados, la noche de bodas; aquellas emociones, el sensual e irrepetible contacto bajo las sábanas de sus cuerpos cálidos y jóvenes. Los últimos meses de mayo han sido eso, el recuerdo de cuando eran de carne y hueso y la pasión mandaba impetuosa. Todo se ha endurecido, ahora son de piedra.
© M. Iglesias
Foto:.Detalles Humanos -Bajo Relieve sobre piedra de Jambrina (Pórtico de los años felices) Autor M.Iglesias. Sin concluir
1 comentario:
Es que ahora tampoco hay noche de bodas.
Un saludo, Manuel.
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